Las tardes de los sábados siempre me parecen raras, por cansinas a veces, siempre por sorpresivas. Esta mañana he paseado junto a la playa en bicicleta -ida y vuelta, ida y vuelta… – durante casi tres horas. Ahora descanso cansinamente, mas con sorpresa: un montón de poemas finlandeses que tenía pendientes de leer. Me gustan y me evitan escribir sobre la reforma laboral, como había previsto. Quizá mañana. Ahora, mejor transcribo algunos.
Vierge Moderne
No soy mujer. Soy un neutro.
Soy un niño, un paje y una audaz decisión,
soy un rayo riente de un sol escarlata…
Soy una red para todos los peces glotones,
soy un brindis en honor de todas las mujeres,
soy un paso hacia la casualidad y la perdición,
soy un salto en la libertad y en el yo…
Soy el murmullo de la sangre en el oído del hombre,
soy un escalofrío del alma, nostalgia y negación de la carne,
soy un letrero que anuncia la entrada a nuevos paraísos.
Soy una llama, inquisitiva e intrépida,
soy un agua, profunda hasta la rodilla pero audaz,
soy fuego y agua en unión sincera sin condiciones…
(De Edith Söderggran, nacida en 1892 enfermó de tuberculosis cuando tenía dieciséis años y murió, después de haber escrito poemas como este, cuando tenía treinta y uno)
Amar es respetar
Amar es respetar
La independencia del ser amado
Así concibo yo el amor
Dónde coño se habrá metido esta mujer
(De Claes Andersson poeta y psiquiatra finlandés nacido en 1937).
En el tren
Creo
que la nieve no nieva hacia arriba
porque allí no hay personas que la esperan
ni tampoco andenes de estación.
Creo
que los árboles lo han descubierto
y por eso se han agarrado rápidamente a la tierra
con sus brazos amarillos,
y creo
que yo pienso como un niño
para acercarme también a algo…
(De Peter Sandelin poeta ecológico y pintor nacido en 1930)
Dime si molesto
Dime si molesto,
dijo él al entrar,
porque me marcho inmediatamente.
No sólo molestas,
contesté,
pones patas arriba toda mi existencia.
Bienvenido.
(De Eeva Kilpi 1928, profesora)
Hoy recibí
Hoy recibí
una nueva advertencia
al ver mi abrigo
caído en suelo sin vida
con la percha rota,
una nueva advertencia
de no meter tanta
basura en los bolsillos.
(De Lars Huldén (1926), uno de los poetas finlandeses más premiados)
Fuente: Varios autores: Poesía nórdica.
Traducción deFrancisco J. Úriz y J. Antonio Fernández Romero. Ediciones de la Torre 1999.