Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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Política sin principios, el principio de la barbarie

Siempre he sentido una especial fascinación por Emiliano Zapata, el revolucionario mexicano. No precisamente porque fuese padre de 16 hijos de 14 mujeres, aunque eso me parezca una auténtica heroicidad que, por demás, parece que no le resultó incompatible con las relaciones que tuvo con algunas personas de su mismo sexo. Me fascina porque me parece que actuó siempre guiado por un impulso moral liberador de los demás tan generoso como inquebrantable. Se le achaca una frase que lo dice todo de él: «Quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres”.

Hoy me he levantado con tres noticias que me sitúan en un universo político en el que me temo que ocurre más bien todo lo contrario.

La ministra española de economía y candidata a presidir el Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, forma parte de un gobierno liderado por un partido que está en contra de la energía nuclear. Sin embargo, leo que ha manifestado estar de acuerdo en que el banco financie su desarrollo en Europa. ¿Porque piensa que es lo mejor o porque necesita los votos de Francia para acceder al cargo? Naturalmente, no puedo dar respuesta a esa pregunta. Sólo Calviño lo sabe, pero me barrunto que no puede haber principios muy sólidos si se hace esa declaración cuando se forma parte de un gobierno que rechaza el uso de esa fuente de energía.

Una segunda noticia es la disposición más o menos abierta, tanto de PSOE como de Sumar, para satisfacer, también más o menos íntegramente, las demandas de Junts per Catalunya. Y me pregunto lo mismo: ¿se está dispuesto a satisfacerlas por cuestión de principios o de conveniencia, sólo para poder formar gobierno? Tampoco puedo responder, aunque sí me puedo plantear una modesta conjetura: si es por principios, porque se cree que una amnistía, algún tipo de consulta y un trato favorecedor a Cataluña es la mejor solución para España, ¿por qué no se incluyeron esas propuestas en los programas electorales con los que se solicitó el voto a la ciudadanía?

La tercera noticia es que el fondo de inversiones de Arabia Saudí STC se ha convertido en accionista mayoritario de nuestra antigua empresa pública quizá más emblemática, Telefónica. Como otras, en su día fue privatizada argumentándose que no podía haber empresas en manos del Estado, lo cual no fue obstáculo para que alguna de ellas, como ENDESA, fuese a parar a manos de una empresa del Estado italiano y, ahora, después de muchas vueltas, de un fondo que controla la autócrata familia que gobierna Arabia Saudí. También me pregunto si los políticos españoles que malvendieron nuestras empresas públicas y sometieron nuestros intereses estratégicos a los de grandes capitales extranjeros o incluso a los de otras naciones actuaron por principios o por interés. Tampoco puedo saberlo, pero sí sé que prácticamente todos los que tomaron esas decisiones terminaron forrándose en esas mismas empresas o en sus filiales o asociadas cuando dejaron la política. ¿Por cuestión de principios?

Quien actúa en política sin principios está en su derecho. A mí me parece, sin embargo, que hacer política sin principios es el inicio de la barbarie. Por eso me pregunto constantemente si será o no evitable la tragedia que expresó tan claramente José Saramago: «El poder lo contamina todo, es tóxico. Es posible mantener la pureza de los principios mientras estás alejado del poder. Pero necesitamos llegar al poder para poner en práctica nuestras convicciones. Y ahí la cosa se derrumba, cuando nuestras convicciones se enturbian con la suciedad del poder».

17 comentarios

José Candela Ochotorena 6 de septiembre de 2023 at 17:33

Mezclarlo todo puede ser una forma de colocar al lector frente al caos creciente con el cual vamos todos a chocar e intentar lidiar. Pero hacer un revoltijo del problema territorial no resuelto y mal enfocado en la crisis a la que sé aplicó el artículo 155, con la servidumbre ante el homicida real multimillonario y sus tentáculos financieros o las cesiones profesionales de una funcionaria ambiciosa fiel a la nomenclatura de Bruselas ante el dueño francés del posible veto a su carrera. Ese tipo de amalgama no es de recibo. Como muchos pensamos, el problema territorial solo se puede abordar desde la política. Las ambiciosas personales tienen el límite de los valores de la persona concreta, y la Sra Calviño nunca ha pretendido engañar, aunque sí confundir.

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Domingo 6 de septiembre de 2023 at 17:35

Por completo de acuerdo. Dineros frente a principios. Va más allá de la vergüenza. Es cuestión de pura supervivencia.

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Liborio Guaso 6 de septiembre de 2023 at 17:59

Nadie puede creer que las tantas atrocidades cometidas por occidente en los últimos dos milenios tiene relación con algún principio humano, ético o moral. Se ha tratado de matar y robar en nombre de la impunidad racial y que ahora resulta no ha servido mas que para enriquecer un grupito de los cabecillas.

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Antonio Aragüés Giménez 6 de septiembre de 2023 at 18:17

Suscribo cada una de las palabras de José Candela Ochotorena.

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Antonio 6 de septiembre de 2023 at 18:44

Decía John Stuart Mill que el valor de los principios se demuestra en las situaciones extremas, cuando implican costes. Pues eso.

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José Luis Pineda Acosta 6 de septiembre de 2023 at 18:52

Ésta es la España de los ricos fachas y los pobres fachas tontos:
Fondo

El fútbol es lo más importante de aquello que no tiene importancia.
Los sectores estratégicos es lo más importante de aquello que es democráticamente importante.
Esta es la sociedad menos informada de todas las sociedades de la información.

Un fondo financiero saudí compra Telefónica.

Una herramienta financiera de un gobierno autoritario se hace con el control de la mayor empresa de un sector estratégico (telecomunicaciones).
Lo que no tiene importancia focaliza la información para que lo democráticamente relevante no sea noticia en una sociedad cada vez menos democrática y más autoritaria.

Un fondo financiero saudí compra Telefónica.
Antes pasó a manos foráneas Endesa, Santander, Iberdrola, Cepsa…
En Andalucía deja de ser propiedad andaluza hasta la tierra, el territorio, lo que nos sostiene y sustenta.

Sin soberanía económica, además de otras cosas, no hay democracia.

Seguiremos votando.
De Óscar García Jurado y una letrillas mías.

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Manuel 6 de septiembre de 2023 at 22:06

Siempre se ha sabido que no es lo mismo predicar que dar peces, de sobras sabe la sociedad lo que es la casta política, la desafección actual fruto de las decepciones y los engaños impunes, nos conducen sin duda al desastre de la barbarie, ya está ocurriendo, ya estamos viendo que todo es dinero lo demás no importa, pobre humano nunca será capaz de liberarse de esa parte negativa de su naturaleza, daremos todas las vueltas que demos pero siempre terminaremos en el mismo pozo.

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Iluso 6 de septiembre de 2023 at 22:29

Como decía Groucho Marx, todos tenemos principios, pero si no gustan podemos cambiarlos.

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José Gómez 7 de septiembre de 2023 at 10:02

Es el resultado del sistema neoliberal dónde todo, incluido sanidad, educación, otros servicios públicos y sobre todo la política se pueden comprar y vender por dinero sin rechazo social. Los Principios y la Ética pueden provocar al desprecio y al acoso feroz de las mayorías.

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Alfonso 7 de septiembre de 2023 at 11:24

Mi abuelo decía, un hombre vale lo que vale su palabra.
En política ya está mas que demostrado lo que vale la BANDA CRIMINAL ORGANIZADA INTERNACIONAL PP-PSOE y el resto del HEMICIRCO, no tenemos DEMOCRACIA, y esto lo tendríamos que asumir toda la SUCIEDAD(sociedad), incluido ud. que siempre se refiere a este SISTEMA como democracia. Las dictaduras y oligopolios ya sabemos lo que dan, y desde dentro no se puede arreglar nada, ya que la corrupcion es endémica y no hay solución hay que extirpar.

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Andres+Niporesas 7 de septiembre de 2023 at 13:18

Muy Socratico le leo, profesor. Yo creo que los principios no son absolutos y son jerarquizables en el sentido de su mantenimiento. En las negociaciones políticas hay cesion de intereses por ambas partes. Los partidos republicanos españoles de izquierda y de derechas tuvieron que aceptar la monarquia en la transicion. Probablemente los intereses personales de Carrilo, Ibarruri y otros exiliados españoles era regresar a España. En ese caso podriamos decir que cambiaron sus principios por sus intereses personales. Sea lo que fuese lo cierto es que para muchos esa decision fue beneficiosa.

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Antonio Moll 7 de septiembre de 2023 at 14:30

Si , estoy de acuerdo con lo que dice . El camino seseable a seguir es la profundización de la democracia , el incremento de impuestos para las grandes empresas y fortunas y la expansión del estado del bienestar . En cuanto a lo que menciona acerca de la barbarie , Karl Marx lo decia la experiencia del capitalismo puede terminar en la civilización o en la barbarie .

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José Luis 7 de septiembre de 2023 at 20:43

Todo es relativo, la imperfección de la democracia también y yo la prefiero a la dictadura. Ahora bien, ¿cuándo la democracia deja de serlo absolutamente y se convierte en otro régimen de opresión, camino de a barbarie?, ¿quién lo decide y cómo lo impide?.
Se dice que la ética de los ciudadanos viene más o menos condicionada por las estructuras de poder y que para mejorar aquella hay que mejorar antes estas. Pero ¿quién lo hace?, ¿quién le pone el cascabel al gato?

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Francisco Altemir Ruiz-Ocaña 7 de septiembre de 2023 at 21:26

Como soy ingeniero me limtare a decir que las centrales nucleares necesitan refrigerarse. Por eso estan al lado de los rios o del mar. Si los rios estan secos las centrales no podran funcionar.
Las nucleares refrigeradas por agua marina del Mediterraneo no podran funcionar por las altas temperaturas cercanas ya a los 30 grados ignorandose al maximo que pueden llegar. He leido que las aguas del Pacifico han superado los 40 grados por lo que los ciclones seran devastadores y sus aguas no podran refrigerar las nucleares.

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Vicente Monje Flores 7 de septiembre de 2023 at 22:32

Denuncias que todos vemos. pero, ¿y las respuestas? ¿No estará todo perdido por podrido? Es decir, que no tenemos solución posible a la vista del peso moral de toda la humanidad del mundo actual. Lo que se dice un nihilismo total a escala civilizatoria.

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Alberto Enrique 7 de septiembre de 2023 at 23:08

Totalmente de acuerdo contigo Juan.¡Que viva Zapata y México c……!.

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José Luis 8 de septiembre de 2023 at 20:19

los políticos y demás servidores públicos empiezan a corromperse cuando cobran más que el asalariado (decir obrero está prohibido) medio, como propuso Lenin.

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