Como era de esperar, y como ya sabíamos, el inefable gobernador del Banco de España se suma a la lista de engañabobos que descaradamente dan gato por liebre cuando hablan de las pensiones para favorecer los intereses de los bancos y los fondos de inversión privados (Según El País «ha reiterado su respaldo a la propuesta del Gobierno de elevar la edad de jubilación porque ‘contribuiría de forma significativa al equilibrio financiero del sistema público de pensiones'»). También él y sus asesores deben tener la misma sobrecarga de trabajo que La Caixa y el Círculo de Empresarios. En lugar de decirle a los ciudadanos la verdad, que los economistas que defienden las reformas privatizadoras de las pensiones lo hacen utilizando argumentos discutibles y discutidos (por no decir falsos) y que significativamente han fallado en todas y cada una de sus previsiones, se suma al coro. Me pregunto con qué canonjía le pagarán los bancos, como a sus antecesores, los servicios prestados.