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Powell, Lagarde, von der Leyen, el FMI… van a equivocarse de nuevo

Publicado en Público el 10 de marzo de 2023

En mi libro Más difícil todavía (Deusto Ediciones) que está en librerías desde hace un par de semanas demuestro cómo las autoridades económicas se equivocaron y no supieron darse cuenta de lo que realmente estaba sucediendo con las subidas de precios que comenzaron a producirse a lo largo de 2021. Y explico también que más tarde, cuando ya no podían negar que la inflación se había desatado, volvieron a equivocarse a la hora de darle respuesta.

Desde hace poco tiempo, la inflación está entrando en una nueva fase y los mismos que se equivocaron entonces van a equivocarse de nuevo por la misma razón: analizan la situación cegados por un doble sesgo. Uno, resultado de utilizar modelos y teorías que la realidad ha desmentido y otro, consecuencia de su afán por proteger privilegiadamente a las grandes corporaciones y entidades financieras.

En la segunda mitad de 2021, muchos economistas señalábamos que la inflación había despegado y que era peligrosa.  Yo mismo escribí en este diario un artículo en julio de 2021 titulado El verdadero peligro de la inflación que se avecina.

Sin embargo, los presidentes de los bancos centrales y los grandes organismos internacionales lo negaban.

Jerome Powell, el de la Reserva Federal de Estados Unidos, aseguró en junio de 2021: «La inflación es transitoria (…) Espero que baje en los próximos meses». En octubre, el Fondo Monetario Internacional decía que la subida de precios «volvería a los niveles registrados antes de la pandemia a mediados de 2022». Christine Lagarde, del Banco Central Europeo, decía en diciembre de ese mismo año: «Tengo la firme convicción de que la inflación caerá en 2022«. Y el gobernador del Banco de España, ya en enero de 2022, afirmó que la inflación en España «se irá moderando en los próximos meses, hasta despedir el año incluso por debajo del 2 %«.

Todos se equivocaron, como explico en mi libro, por las mismas razones: explican el desarrollo de la inflación a corto plazo con teorías que ya no funcionan, le dan respuesta a partir de tesis monetaristas que los hechos han demostrado que no son reales y no contemplan factores que es evidente que están provocando subidas de precios. Por todas esas razones, se limitan a subir los tipos de interés, una terapia que no es útil y que produce mucho daño a empresas y hogares, pero que beneficia a las grandes empresas y a los bancos.

Últimamente, han cambiado algunas circunstancias y la inflación está entrando en una nueva fase, pero las mismas autoridades que antes se equivocaron se están volviendo a equivocar porque no saben apreciar lo que de verdad está ocurriendo y se empeñan en darle, otra vez, el mismo tratamiento inadecuado.

Los canales de suministro y el aprovisionamiento comienzan a desbloquearse, muchos gobiernos han tomado medidas contra la subida de precios energéticos, los iniciales shocks de oferta provocados por la invasión de Ucrania se están diluyendo y los tipos de interés más elevados han reducido la demanda (aunque no como se esperaba, tal y como señalaré enseguida). Todo ello ha permitido que la subida del índice general de precios se hayan moderado.

Sin embargo, la llamada inflación subyacente (la que no tienen en cuenta los precios de la energía, el combustible y los alimentos no elaborados) está subiendo y los bancos centrales interpretan que se trata de un brote más fuerte de inflación al que se debe responder con nuevas subidas de tipos de interés.

Se vuelven a equivocar porque el aumento de la inflación subyacente es un rescoldo de la subida de precios original, porque depende de factores diferentes a los que han causado la registrada hasta ahora y porque responde muy lenta y escasamente a subidas de tipos de interés.

Como ha señalado hace unos días Patrick Artus, director de investigación y estudios del banco francés Natixis (aquí y aquí), la inflación subyacente en Estados Unidos está más influida por los precios inmobiliarios y en Europa por los márgenes empresariales y los costes salariales. Y él mismo muestra que se necesitan seis trimestres para que subidas de tipos de interés produzcan, primero, caídas en el crecimiento, luego en la tasa de paro y, más tarde, en la inflación subyacente. Razón por la cual, dice Artus, el efecto las subidas de tipos iniciadas en marzo de 2021 han tenido un «efecto nulo sobre la inflación subyacente».

Si se quiere frenar la inflación subyacente europea el instrumento que preferentemente hay que utilizar es la política de rentas: determinar qué parte de responsabilidad tienen los márgenes empresariales y los costes salariales en su desencadenamiento y tratar de encontrar un equilibrio que garantice que las empresas no inflacionistas puedan salir adelante sin soportar los costes excesivos que produce la inflación y que los hogares no pierdan capacidad de compra, pues si eso ocurre serán las propias empresas que crean empleo las más perjudicadas, puesto que caerían sus ventas.

Seguir subiendo los tipos de interés reforzará la inflación a corto plazo y sólo va a beneficiar, una vez más, a la banca, al aumentar la deuda de empresas y hogares.

Y, por otro lado, se equivoca también la Comisión Europea si se empeña en comenzar a poner trabas fiscales para que los gobiernos lleven a cabo las inversiones necesarias para resolver el resto de los problemas de oferta que todavía quedan por resolver y que, como también explico en mi libro, tensionan los precios al alza.

9 comentarios

Mixer 13 de marzo de 2023 at 14:57

Un análisis , el suyo, totalmente cualitativo y abstracto de un sistema muy concreto que debería manejarse con parámetros, variables deterministas y aleatorias y se debería ir perfeccionando el modelo según desviaciones con respecto a la realidad.
Cuando de algo medible y cuantificable a posteriori como es la economía, se hace un análisis cualitativo, las probabilidades de tener un acierto cuantitativo, son muy escasas incluso a corto plazo, no digamos a largo.
Máxime cuando aún no tenemos una definición de que es largo ó corto plazo en economía, dado que dentro del sistema económico existen procesos con diferentes constantes de tiempo y por tanto la definición de corto y largo plazo debería hacerse con respecto a su constante de tiempo. Existen montones de parámetros y curvas que manejan los grandes inversores y que pueden ser y son procesados por inteligencia artificial para al menos, tener un modelo con una precisión suficiente para ganar dinero en pequeñas operaciones de corto plazo. Para ello, emplean a matemáticos e informáticos de un alto nivel y bien pagados y seleccionados exclusivamente por su productividad y a veces con una vida laboral corta. Las técnicas que utilizan, bien podrían utilizarse para otros fines, tal como mejorar la vida de los que estamos por debajo de sus capacidades de alto nivel pero que somos tambien seres humanos con derechos. Es ahí cuando el papel de las instituciones debería ser fundamental para influir positivamente en el sistema para hacerlo justo.
Pero las instituciones están acaparadas por partidos y los altos cargos de las instituciones están ahí por tener buenos contactos y amiguetes que a su vez emplean a sus amiguetes ó afines, lo que hace que las personas que «manejan » entre comillas la economía a nivel institucional, no sean los mas competentes ni los que mas pueden mejorar la vida de quien les vota.
Todo ello hace que la desigualdad aumente y el poder » real » se concentre cada vez mas.

Ahora viene lo mejor.
Unos someros ejemplos de modos de hacer que deberían imitar esos señores tan listos a los que votamos:

Pequeñas empresas muy cualificadas, han sido capaces de crear una máquina con la que se puede conversar. Muchos la hemos probado y nos ha impresionado. Utiliza 17000000000 de nodos neuronales y millones de algoritmos y diferentes tipos de sinopsis en sus nodos. Todo con computación distribuida
17000000000 es mucho mas que los habitantes que hay sobre la tierra que sería mas que suficiente para procesar y corregir y crear un modelo económico global con aciertos y actuaciones útiles sobre la economía, al menos a un plazo no muy largo, pero con cosecuencias radicales muy positivas para la mayor parte de la población a medio y largo plazo
También se ha consegudo que ningún jugador de ajedrez vuelva a ganar jamás a una máquina bien dotada, incluso utilizando solo tecnología de información no distribuida.
En el artículo se insiste sobre los errores de los actores económicos de nuestras instituciones, que por cierto, derivan siempre de lo que hacen con nuestros votos, aquellos a quien votamos. Entonces resulta una evidencia que la fuerza intelectual humana que habita nuestras instituciones, no puede ser comparada con la que existe en las empresas que manejan y sobre todo crean semejantes herramientas tecnológicas y científicas.
Dichas empresas no traen de marte a toda esa gente si no que se nutren de la población general. Es el mismo conjunto de personas del que se nutren nuestras instituciones, con lo cual, la mediocre capacidad de dichas instituciones para propocionar una vida digna a sus votantes, está cada vez mas limitada.
O bien nuestras instituciones no eligen a la gente adecuada ó bien no gestionan bien a dicha gente ó bien una combinación de las dos cosas.
Habría que ver como se consigue que una democracia no se convierta en una partitocracia plena.
Difícil tarea cuando nuestras empresas públicas subcontratan trenes que no caben en nuestros túneles. Evidentemente, la gestión del potencial de las personos no la hacen bien ó no captan a las personas adecuadas ó ambas cosas.
Como se puede ver A TORO PASADO las previsiones económicas que han hecho nuestras instituciones no han sido las correctas.
Pero esto de dar » previsiones » a toro pasado es muy de economistas. Es mas, es parte de su triste y gris cometido actual, ya que son incapaces por el momento, de predecir nada serio ni cuantificado si no vaguedades que les permiten » acertar » entre comillas pero de una manera tan vaga y difusa que resulta inútil.
Las universidades también tienen bastante responsabilidad en ello.
Los economistas en general, deberian rebajar un poco la soberbia que procesan, perder su protagonismo y empezar a colaborar con científicos como matemáticos informáticos, físicos e ingenieros. Si no lo hacen, van a convertirse en una casta de poca utilidad pública. Las instituciones deberían gestionar mejor a su capital humano y mejorar sus sistemas de contratación y los partidos, deberían desinfectarse las pezuñas para no contaminar a las instituciones. Asi mismo, deberían hacerse mas impermeables contra la charlataneria la megalomania y el oportunismo de lo que lo son en este momento.
Solo hay una manera de hacerlo:

Modificar el procedimiento por el que acceden al poder nuestros admirados y lenguaraces políticos.

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María 14 de marzo de 2023 at 21:33

He leído su libro con gran atención y me parece totalmente acertado en sus comentarios , posturas, argumentación , estudios e informes empíricos realizado por los autores citados.

Me alegra saber que aún quedan compañeros de profesión que realizan una crítica constructiva a las distintas teorías que parecen que han quedado para perpetuarse y mirar hacia otro lado.

Como ciencia social, el análisis, la reflexión y evocar la historia supondrá un gran avance en nuestra ciencia.

Un millón de gracias por tu aportación

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ramon 15 de marzo de 2023 at 04:48

Como siempre, nos queda Juan Torres López, muchas gracias por sus aportaciones, que permite que los legos entendamos estas cosas

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Iluso 15 de marzo de 2023 at 14:19

Des pues de leer su libro, además de este artículo, me quedan muchas dudas sobre si esta gente, se equivoca o como tecnócratas no elegidos ni controlados por ningún poder democrático, toman sus decisiones precisamente para favorecer exclusivamente a la banca y grandes multinacionales

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Julio 15 de marzo de 2023 at 14:28

Estoy leyendo el último libro, y disfrutando con él.

Saludos.

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Joan pellejero 15 de marzo de 2023 at 16:13

Interesante escrito ,sigo pensando los tiempos de Mario Draghi,creo lo dirigía mejor …

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Mixer 15 de marzo de 2023 at 17:27

Señor Iluso. Con todo el respeto:
Normalente, en nuestra democracia las personas votamos a un partido fuertemente representado por su lider indiscutible. Una vez hemos votado, hay un equipo de gobierno y a la mayor parte del equipo de gobierno la vamos conociendo. Realmente no les hemos votado pero los admitimos como barco, como animal de compañía ( parafraseando al anuncio de la tele )
Por debajo hay secretari@s de estado a algun@s de l@s cules, no llegamosvni a conocerles. Y debajo hay más y más asesores, etc que quizá nunca conoceremos.
Puescbien. Cuando muchas de las personas que estaban debajo del presidente son cambiadas por otras, o bien cambia el gobierno, a esas personas desconocidas amparadas por el partido, normalmente se les da un puesto sin mas, por que si en instituciones europeas o empresas públicas etc. De modo que todos esos acaban en el parlamento ó instituciones europeas y esas personas son las que usted dice que no les ha votado. Esto es lo que hacen todosclos partidos de la Unión Europea. Realmente es asi pero usted es que no ha votado ni a los ministros de su propio gobierno ni a secretarios de stado ni a asesores. Y escque a mucha gente que aparece por allí no la conoce ni el tato y tienen un gran poder y lo peor, amigos. Toda esta gente, tiene mas arriba aún otro poder oculto » el poder » que es con el que tienen que negociar. O bien puede ocurrir, ya ha ocurrido que algunos de ellos sean sobornados. Eso lo digo para que no se extrañe de las consecuencias de ello. Las cosas son así y las cosas en el mundo funcionan con lobbys que al final acaban como el chiste del dentista » no nos haremos daño » y el final de la historia acaba de una manera que ni usted ni yo ni nadie queríamos. Es así como nuestros mandatarios llegan a las instituciines. No se extrañe lo mas mínimo de las consecuencias. Un saludo.

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Mixer 15 de marzo de 2023 at 17:34

Señor Joan pellejero:
El tiempo no puede ir para atrás y a veces mitificamos a personas que realmente no sabemos como actuaría ahora. Fijese si no en la figura de Jesucristo, que vivió 50 años antes de que se escribieran los evangelios y por ello, empezaron a atribuirle milagros de todo tipo, curaciones y mucas cosas mas. Lo mismo Draghi. Y es que cualquier tiempo pasado fue mejor ( o eso nos parece.
Un saludo.

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Víctor 15 de marzo de 2023 at 19:32

Iluso, que no te quede la menor duda de que tanta equivocación es imposible.
Las élites económicas detrás de esas instituciones no se equivocan jamás.
Ganan siempre como el casino.

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