Algunos medios se han preguntado por qué el rey Juan Carlos tardó tanto en ir a visitar a su nueva nieta, la segunda hija de quien se supone que será su sucesor en la Jefatura del Estado. La Casa Real no ha dicho nada pero parece que al final todo ha vuelto a ser desvelado. El rey estaba una vez de cacería e incluso parace que fue al hospital sin quitarse el cinturón de cazador que le regaló Bush (bastante hortera por cierto). Esta vez, parece que fue a Kazajistán invitado por su amigo Nursultan Nazarbay, antes ominoso jefazo comunista y ahora respetable presidente de la República.
Es una de sus aficiones favoritas como ya comenté en otra ocasión (aquí). La cultiva a costa del dinero que le damos los españoles, que no es poco: acabo de leer que sólo el avión en el que viaja cuesta 6.000 euros por cada hora de vuelo, más la estancia, las escoltas…
Una vez más, muestro mi rechazo y mi protesta contra estos monarcas. No me queda otra posibilidad. Es una verdadera aberración democrática que el Jefe del Estado se pierda sin que se informe de su paradero y encima se dedique a gastar el dinero público en este tipo de actividades.