Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Qué pacto y para qué?

Publicado en Sistema Digital el 6 de junio de 2013

En diversas ocasiones he defendido que para salir de la crisis en España es preciso un gran acuerdo social. Los problemas económicos no tienen soluciones económicas sino políticas. Y mucho más los que presentan una dimensión tan grande como los que estamos sufriendo, que no vienen solo del impacto de una crisis exterior ni de simples perturbaciones financieras internas sino de la coincidencia de todo ello con una falla generalizada de todo el modelo productivo, de las pautas de consumo y de reparto dominantes y del tipo de relación que venimos manteniendo con la unión monetaria a la que pertenecemos.

Es imposible salir de esta situación mediante el arbitrio de un solo partido, por muy nítida que sea su mayoría en el parlamento como ahora ocurre, y menos cuando al mismo tiempo se empeña en imponer un modelo ideológico cerrado y excluyente a toda la sociedad en materia educativa, religiosa, cultural, comunicativa o política. Es una quimera pensar que así se puede salir de una crisis tan amplia porque la terapia que ésta requiere se basa en el concurso de una gran mayoría social, con independencia de su ideología o sensibilidad política, y no de una mera superioridad parlamentaria.

¿Cómo acabar con la corrupción asociada al dominio de la banca y de la deuda o con el fraude que se han convertido en cultura, adueñándose de los partidos e incluso de parte de la ciudadanía, si no es con la complicidad de todos? ¿Cómo hacer frente a una Europa, o más particularmente a Alemania, que impone un modelo egoísta y manifiestamente incapaz de dar salida a la crisis, si no es igualmente con una mayoría social muy amplia, consciente y movilizada por lo que pasa? ¿Puede un solo partido, por muy cómoda que sea su mayoría absoluta, depurar las responsabilidades por los daños, por los robos y estafas que hemos sufrido? ¿No es ya evidente que nada de eso se puede hacer con el viejo modo de hacer política que predomina?

En lugar de esto, lo que para colmo está ocurriendo es que una minoría social privilegiada impone su proyecto económico, financiero y político a través de un partido que venció en las elecciones engañando al electorado sobre sus verdaderos propósitos. Las encuestas muestran que esa traición solo produce desafección entre sus votantes y frustración en sus filas, como le ocurrió al Partido Socialista. Y los hechos demuestran también que ese proyecto no solo no permite resolver los problemas económicos que tenemos sino que los agudiza.

En el transcurso de unos pocos meses de gobierno, el Partido Popular ha llevado a cabo las contrarreformas más reaccionarias y contrarias al bienestar social de los últimos decenios. Ha hecho saltar por los aires los derechos sociales y ha llevado a mínimos prestaciones o servicios públicos fundamentales sin que eso se haya traducido en la mejora de la situación económica. El paro aumenta (como tendremos ocasión de volver a comprobar cuando se corrija un efecto estacional aparentemente positivo pero que está precisamente provocado por la mayor destrucción de empleo anterior), la deuda también crece e incluso el saldo comercial exterior mejora por el empobrecimiento interior (pues el crecimiento de las exportaciones es el más bajo de los últimos años). Y eso por no hablar de otros indicadores socioeconómicos relativos a la innovación, igualdad, pobreza. mortalidad o exclusión social.

Rajoy, lejos de sumarse a quienes denuncian el efecto perverso y devastador de la austeridad mal entendida (que se limita a recortar el gasto público que es el único empuje que ahora podría recibir la actividad privada para crear empleo y riqueza e impulsar una renovación del modelo productivo), se pliega ante Europa y no pone con claridad sobre la mesa los verdaderos problemas que la están llevando de nuevo a una recesión, que ahora seguramente será más prolongada y aguda que la primera: el papel del Banco Central Europeo, el desastroso diseño del euro que solo proporciona soberanía monetaria a un solo país, la carencia de política fiscal y de otras instituciones comunes y, como he dicho, la aplicación de la política de austeridad con un fundamentalismo ciego que solo beneficia a los bancos y a las grandes corporaciones.

Nunca un gobierno se había ganado una animadversión tan contundente y rápida. Y nunca se había manifestado tan claramente incapaz de dar solución a los problemas económicos. Hasta dentro de sus propias filas las conspiraciones se suceden y las críticas a Rajoy y a su equipo de gobierno se multiplican día a día.

Por eso no puedo entender que en estas circunstancias la dirección del Partido Socialista se ofrezca a pactar con el gobierno en lugar de hacerlo con la sociedad, que es a quien hay que ofrecer un compromiso firme de defensa frente a las agresiones que está llevando a cabo el gobierno.

No puedo entender que los dirigentes socialistas se presten a darle aire a un gobierno y a un partido que destruyen los servicios públicos, que están en guerra con los sindicatos, que han dejado de aplicar e incluso dinamitado las leyes más avanzadas que el propio Partido Socialista puso en marcha con tantas dificultades, que no dejan pasar ni un día sin agredir a la sociedad con medidas de recortes y pérdida de derechos, que anteponen los intereses de mafias o los dictados de la jerarquía católica a los de la mayoría de la sociedad, que no respetan libertades esenciales y que usan su mayoría parlamentaria para controlar a su antojo los medios públicos y las instituciones del estado.

Ya fue difícil de entender que el Partido Socialista no hiciera autocrítica de la actuación de su gobierno en la anterior legislatura y que se presentara de un día para otro ante la sociedad como si nada hubiera pasado, como si las votaciones de sus parlamentarios traicionando los ideales y las preferencias de su militancia y electorado no significaran nada, o como si las desgraciadas medidas que tomó el gobierno de Rodríguez Zapatero no tuvieran mayor importancia ni fueran con el Partido. Pero que ahora el Partido Socialista se ofrezca de muleta o zapatero remendón del Partido Popular, resulta, al menos a mi modesto entender, sencillamente incomprensible.

Basta hablar con la gente para comprobar que los españoles normales y corrientes están hartos de un modo de hacer política y de representación que ha producido tantas aberraciones, escándalos casi diarios y un régimen institucional que hace agua, desde la primera autoridad del Estado hasta la última. ¿Cómo creer que lo útil y lo que el pueblo puede considerar como deseable es dedicarse a apuntalar todo esto?

El Partido Socialista es una fuerza imprescindible para que España pueda salir adelante. Creer que se puede avanzar hacia una transformación progresista de nuestro país y conquistar más derechos y justicia sin contar con la voluntad y el empuje de los miles de socialistas que hay en España y con su gran experiencia histórica es una ingenuidad tremenda. Pero también es ingenuo lo contrario, es decir, creerse que se contribuye a defender los derechos, la libertad y la justicia convirtiéndose en los sostenedores de algo que se viene abajo y limitándose a hacer valer un «sentido de estado» del que presumen algunos dirigentes y que al final solo sirve para tomar medidas contra la mayoría de la gente.

Como decía al principio, tengo la convicción de que hace falta un gran acuerdo, pero no entre dos partidos y por arriba para fortalecer las políticas que han causado los problemas y por las que pierden apoyo aceleradamente. El reto es consolidar uno muy potente pero con la sociedad y que responda a los intereses de la gran mayoría de la población, lo cual simplemente puede manifestarse en el compromiso de llevar a cabo sus preferencias y no las de Alemania, la troika, los bancos, la patronal, o la jerarquía católica, por mucho poder que tengan. Es cuestión de abrir un amplio debate ampliamente sobre las medidas en que se traducen concretamente esas preferencias, muchas de las cuales las sabemos atendiendo a las encuestas o incluso a los programas electorales de los partidos más votados, que luego ellos mismos incumplen. Por si sirviese de algo, lo que yo creo que se necesita en España son cosas como dar un golpe en la mesa frente a Europa para poner fin a una situación de asimetría y constante perjuicio de nuestro país en el euro; hacer frente con dignidad e inteligencia a la deuda ilegítima que se ha ido acumulando; poner en marcha soluciones de verdad al racionamiento del crédito y la pérdida de ingresos; tomar medidas de justicia fiscal urgentes; pedir responsabilidades y castigar a quienes han provocado el daño que sufre España; regenerar la vida política, el régimen de partidos y las formas de funcionamiento de las instituciones del Estado.

Me parece que todo lo que no vaya en ese camino va a terminar siendo una tarea en balde, pero que costará  caro a quien la emprenda y que hará sufrir aún más a la parte más débil y necesitada de apoyo de nuestra sociedad.

El Partido Socialista tiene ante sí una opción crucial pues ha de decidir si se empantana con el PP como sostén de las políticas neoliberales contra las clases trabajadoras y de una situación política y social que degenera por momentos y que cada vez más gente deplora y rechaza, o si levanta cabeza y avanza con acierto en otra dirección, hacia adelante. Ojalá acierte.

19 comentarios

Jordi Doménech 6 de junio de 2013 at 20:43

Al PPSOE lo único que le queda por hacer es convertir el Estado en un CAOS con el único fin de evitar sus responsabilidades no sólo políticas, sino penales, que las hay. Dicho en dos palabras: prefieren una dictadura y cargarse el Estado de Derecho, a ir a la cárcel. Y en eso están. Qué podemos hacer los pelagatos de a pie frente a esa fea situación, ése es el problema.

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Francisco Gonzalez-Deleito Dominguez 7 de junio de 2013 at 10:25

No existen diferencias importantes entre las posiciones economicas del PSOE y del PP. Ambos son instrumentos de «los amos del mundo». Desde la aceptación de la «tercera vía» por la practica totalidad de partidos socialdemocratas europeos la confluencia con el neoliberalismo es casí total. ¿Recuerda usted, Sr. Torres, los nombres de los responsables economicos del PSOE? ¿Es quizas existen dudas de su deriva liberal? El PSOE hace muchos años que no es más que la opción B del Gran Capital Internacional y Nacional en España. Que pacten o no solo será cuestión de las posibilidades que les queden de seguir disimulando, y ¿engañando? a gente como usted. Suelo estar de acuerdo con sus opiniones y juicios. Se hecho lo sigo con interes, pero Sr. Torres abra de una vez los ojos. El PSOE esta tan perdido como corrompido.

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Pintaius 7 de junio de 2013 at 12:02

Decía el «Che Guevara» de Steven Soderbergh que ante el capitalismo no hay que ceder «ni tantico así», juntando, totalmente, los dedos índice y pulgar.
El PsoE hace mucho que dejó de ser PSOE en su afán de convertirse en el «partido demócrata» a la española, con demasiados muertos en el armario como para ahora erigirse en paladín de la clase trabajadora. Habría de darse, en todo caso, la vuelta como a un calcetín.
Su actitud muestra más bien un empecinamiento en tratar de convencer a la sociedad de que otra política no es posible, que fuera del bipartidismo hace frío y hay gente muy mala, malísima de la muerte que desayunan recién nacidos. Jamás irán en contra del sistema.
Esa plataforma de izquierda de la que se habla, tan deseada como imprescindible, es la que debe cobijar a esa masa de votantes socialistas tan desencantados con su partido. Una plataforma con nombre propio, con preliminares abiertas y democráticas, listas abiertas y toda esa democracia participativa que los partidos piden para otros y que nunca se aplican a sí mismos.
Otra solución, más drástica y duradera, sería erradicar a la banca privada de la faz de la Tierra, de una vez y para siempre, como en su día se hizo con la viruela.
Salud.

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Guillermo 7 de junio de 2013 at 12:59

Si el Partido Socialista quiere recuperar su credibilidad solo le queda estar al lado de los derechos perdidos por los trabajadores en esta Legislatura tan nefasta, se arriesga a una perdida masiva de confianza.
Desde la entrada en Europa tanto PP como PSOE han girado el rumbo a su derecha mientras la sociedad española se mantiene e incluso esta optando por una dirección que ofrezca mas justicia social.

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Antonio Gonzalez 7 de junio de 2013 at 16:06

Ellos tratan de salavar lo que pueden con alquimia
financiera, despues vendra la violencia extrema al
fracasar todo eso.
Se vive a base de mentiras y especulaciones dentro
del espectro de lo favorablea sus intereses.
En definitva lo que proponen recuerda la infancia
de cuando nos hablaban del trato del esqueleto.
Hasta ellos saben que no hay salida y sencillamente
estan quemando las naves porque no hay de otra, es
el sindrome de Sanson con que pretenden destruir el
mundo ante el derrumbe de la civilizacion cristiana
occidental.

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Pintaius 7 de junio de 2013 at 20:12

Lo peor de cuando te censuran es no saber por qué…

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Manuel Pérez 7 de junio de 2013 at 21:46

Un Pacto para blindar y garantizar la supervivencia y la corrupción del bipartidismo, todo lo demás como sanidad, educación, justicia, dependencia, pensiones, empleo queda a otro nivel subrogado a los dictámenes de la Troyca. Hasta ahora lo único que se ha demostrado que los dos partidos es que han obedecido fielmente a Unión Europea.

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Pía Uribe 8 de junio de 2013 at 01:31

Estoy convencida que lo fácil es echar la culpa a Alemania y a Bruselas. Creo que nuestro pais tendría que haber llevado propuestas bien planteadas con las que se pudiese reducir el deficit, sin perjudicar de manera tan brutal a la población; si lo hubiesen hecho, no nos hubiesen impuesto ellos las medidas, habrían, probablemente, aceptado las nuestras. Ellos lo que quieren es que paguemos la deuda, cosa por otra parte normal. La hemos contraido a base de unas políticas absolutamente irresponsable de todos los gobiernos que hemos venido teniendo y de nuestra abulia y falta de reflexión. Hace mucho que no entiendo las actuaciones del Partido Socialista; es cierto que conceptualmente han conseguido logros en cuanto a libertades personales pero en cuanto a crear eficiencia administrativa y económica lo único que han hecho ha sido tirar el dinero, cuando no llevárselo, al igual que los demás. Me parece vergonzoso que se pongan de acuerdo con el PP. para estropear todo aún más, igual que hicieron, eso si subrepticiamente, la reforma de la Constitución. ¡Da igual, vengan días y caigan ollas! ellos tienen sus privilegios y lo demás no les importa, ni siquiera el hambre de los niños en las escuelas. A lo mejor alguno como la señora Fabra será capaz de decir si son pobres «que se jodan.

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José Luis 8 de junio de 2013 at 09:16

El PP$O€ no puede hacer lo que propones por la sencilla razón de que hace mucho tiempo que de socialistas tienen lo que un servidor de creyente.
No hay más que ver las políticas que han venido aplicando cuando han sido gobierno y las alianzas que han hecho, a nivel nacional, cuando no han tenido mayoría y han necesitado de otra formación, han preferido a CIU o PNV antes que a IU.
Ahora su deriva va en la línea de lo que apunta Juan Torres, es decir, en la de apuntalar el sistema capitalista de explotación y en consecuencia JAMÁS harán una verdadera catarsis para convertirse en un verdadero partido socialista, a menos que echaran a toda su cúpula, pero como sus juventudes, salvo honrosas excepciones, siguen las mismas pautas pues no se puede esperar mucho más.

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RAMON SERRANO ANDREU 8 de junio de 2013 at 10:21

Hola. Después de leer la noticia sobre el resultado del informe de los supuestos expertos para rebajar las pensiones, me gustaría que alguien organizara un debate abierto entre Vicenç Navarro, Juan Torres, los expertos de UGT (voto en contra del informe), CCOO (voto a favor) y PSOE (abstención).

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Pía Uribe 8 de junio de 2013 at 11:09

Efectivamente solo se pondrán de acuerdo para seguir beneficiándose ellos.Realmente ninguno partido ha intentado analizar en profundidad, en ningún momento, las posibilidades reales para encauzar adecuadamente nuestro crecimiento. Han utilizado toda la demagogía posible para someternos.
El PSOE, ni en los tiempos de mayoría absoluta reformó la Administración (vg. Diputaciones, Ley electoral, etc) incluso fué descapitalizándonos a base de privatizaciones; del Sr. Guerra prefiero no hablar, encima se hace el gracioso. Del PP para que contar. ¡Perdón por el mitín! Realmente no puedo más.

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Norat 8 de junio de 2013 at 12:02

Me parece que lo que dice de los «socialistas»(quizá estaría mejor psoeístas) es también aplicable a los «populeros»,»populistas»,»peperos» o cómo haya que llamarles.Sin ellos,o sea los que votan a estos partidos,no podemos construir una mayoría social.He oído decir muchas veces a personas de tradición marxista,o leninista,que la izquierda debe dar «soluciones concretas a problemas concretos»,en esto consiste su esencia.Y quizá es lo mismo que quieren decir los del 15 M cuando hablan de «inclusividad» :No separar a la gente por razones ideológicas a priori,por nombres o palabras,no dejar que los «credos» interfieran a este nivel ,agrupar a la mayoría de la sociedad porque se proponen soluciones tangibles,racionalmente fundamentadas,a sus problemas cotidianos.El PP y el PSOE son estructuras ideológicas al servicio de la gran burguesía,del gran capital,esto está claro,pero lo sabemos porque,más allá de las grandes palabras,no dan a los problemas concretos las soluciones que la gente demanda y necesita,sino que coinciden en que no hay alternativa a la política del gran capital,de la «troika».O sea,me parece,no debemos pedir el apoyo y el voto porque somos comunistas,o trotskistas,o asamblearios,o católicos progresistas,o más guapos y más listos,o porque no somos fachas como ellos,que están equivocados,sino porque proponemos esto y esto otro para solucionar tal y tal otro problema,y eso es lo que la mayoría de la población quiere y necesita como el pan.

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Eltron 8 de junio de 2013 at 12:03

Hola Juan;
Para empezar tengo que estar agradecido por todos tus artículos, los cuales sigo desde hace años y me han ayudado muchísimo a ser un poco menos ignorante. Pero permíteme una pequeña crítica.
Cuando dices «No puedo entender que los dirigentes socialistas se presten a darle aire a un gobierno y a un partido que destruyen los servicios públicos…», yo creo que hay una explicación muy sencilla a todo esto y que no acabamos de decirlo claro en ningún momento: el PSOE se diferencia cada vez menos del PP, de ahí que gobiernen con mismo fondo común, aunque las formas y grado de intensidad sean un poco diferentes(No olvidemos la reforma del art.135 de la Constitución hecha por el PSOE y con el beneplácito, ¡como no! del PP). Por lo tanto hay que empezar a criticar duramente a este PSOE institucionalizado en exceso y que se está olvidando del pueblo.
Saludos

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Antonio de Miguel Quiles 8 de junio de 2013 at 12:59

Muy estimado compañero Juan Torres López, permita-me presentarme nuevamente a usted. Soy Antonio de Miguel Quiles, secretario general del Frente Marxista-Leninista Español (FMLE) desde 1987. El Frente sigue todos los artículos, vídeos, revistas,y materiales que publican usted y el profesor Vincenc Navarro con toda nuestra atención, ustedes son dos intelectuales de renombre merecido y comprometidos con nuestra sociedad, con gran conciencia de clase a quienes hay en todo momento y circunstancia que escuchar, son guías para encontrar un camino que se resiste a mostrase hoy en día a los trabajadores en nuestro País.
No se extrañe que hable así un comunista español que entró en las filas del PCE desde niño. Lo que ustedes dicen hoy, lo dijimos los leninistas del FMLE ayer y lo seguimos diciendo hoy, pero en boca de ustedes y en sus escritos, vídeos intervenciones públicas etc, suena y pasa mejor en nuestra actual situación social.
Desearía que la carta de Amaro Rosal que envió al PCE en el año 1948, sea conocida de ustedes, así como otros de nuestro artículos, a este sujeto le envió aquí la dirección electrónica de nuestro Blog del FMLE con el deseo de que la vean, merece la pena para los españoles de conocer esta.
http://frentemarxistaleninista.blogspots.com/
Lo saludo respetuosamente y lo felicito en nombre del FMLE por su gran entrega intelectual por su defensa de los trabajadores de nuestro país.
Antonio.

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Fran 8 de junio de 2013 at 13:29

Lo que me indigna no es el pacto que haga la derecha ppsoe y los acuerdos a los que lleguen con los pseudo sindicatos. Ellos están defendiendo sus intereses de clase.
Lo aberrante es que a estas alturas no sea la izquierda que lucha, capaz de ofrecer una alternativa unitaria a la ciudadanía… Con lo que esta ocurriendo y cada día que pasa es peor, la sensación de impotencia y de desazón en el pueblo es por no tener una vía política que defienda claramente nuestros intereses y llamar a las cosas por su nombre.
Esto no es una crisis. Es directamente el capitalismo!! para combatirlo hace falta una organización que tenga los dos pies fuera del sistema. Al menos en Andalucia.

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pepeduran 8 de junio de 2013 at 18:28

Muy razonables lo que propone Juan T.
Mucho más que necesario es que el psoe haga cambios profundos en su seno y en sus políticas. Pues sin ello (y sin el psoe mismo,claro, por su peso real e histórico) muy difícil, si no imposible, sería crear una Alternativa a las actuales políticas neoliberales imperantes a que nos vemos sometidos y nos seguiremos siguiendo sometidos si no se produce un auténtico y radical cambio de rumbo .
Pero que por lo que estamos viendo la única manera de que ese partido se mueva y se desarrolle y se ponga a la altura de lo que exige la mayoría de la sociedad es que la ciudadanía le empuje y le obligue a ello.Es lo que la gente de unas maneras u otras a través de la preocupación, la indignación, las múltiples inseguridades, las penurias, el verse en fin gobernados por un autentico desgobierno y sin visos de alternativas ningunas por ninguna parte pide a gritos más o menos claros y sonoros.
Aquellos que forman parte de este partido tienen una responsabilidad histórica frente a toda la sociedad, y si no hacen por remediarlo y transformarlo seguro lo pagarán políticamente con creces.- tal vez incluso con la irrelevancia-desaparición.
Pues que es hora ya de arremangarse y buscar una alternativa social al actual desbarajuste neoliberal, una alternativa popular,para la ciudadanía, para las grandes mayorías que pueda poner freno a esta deriva actual enfermiza, peligrosa y catastrófica.
Salud.

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Carlos Herranz Martin 9 de junio de 2013 at 07:20

En una economia socializada, no en este capitalismo
mafioso, el unico planteamiento posible sobre las pensiones y el
resto de los problemas de la sociedad en general, incluida la
hambruna mundial, y la sostenibilidad del planeta, es el siguiente.
La parte de los seres humanos que estan en disponibilidad de
trabajar, tienen capacidad suficiente de trabajo para producir los
bienes de consumo y servicios que demanda el conjunto de la
sociedad ¿ La respuesta es sin duda SI. Como hacerlo¿. Acabando con
la rapiña de los poderosos. Creando una sociedad sostenible. Es
decir una sociedad decente y humana.

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Bert I. Burton 12 de junio de 2013 at 22:48

Y sigue arreando contra la organización comunista el señor Torres: “Yo sé que estas cosas pueden pasar en otros partidos (salvo la apología de asesinos políticos, que solo ocurre en algunos de extrema derecha fascista o nazi). Pero es que yo pienso que en Izquierda Unida no podrían suceder nunca y que, si desgraciadamente aparecen, deben ser erradicados inmediatamente y no dejarlos ir […] como la de las juventudes comunistas que he mencionado, que defienden auténticas e inaceptables barbaridades políticas, ideológicas e incluso personales”. Y continúa: “Si Izquierda Unida no se desentiende definitivamente de quienes entienden la política como un negocio personal o como un pasatiempo ideológico de desocupados que nunca han dado un palo al agua y si no va más allá de lo que quieren imponerle quienes están en el pleistoceno de las ideas políticas, Izquierda Unida nunca dejará de ser una simple fuerza testimonial y, además, del viejo modo de hacer política. Y seguirá condenada a dedicarse, como creo que ahora está ocurriendo en unos momentos tan importantes para Andalucía, a los simples conflictos internos para ver quién tiene más poder dentro de la organización o va antes en sus mermadas listas electorales, en lugar de a presentar ante la sociedad un compromiso atractivo y eficaz para cambiar la sociedad. Espero sinceramente que Izquierda Unida sea capaz de desembarazarse de todos esos lastres y que ojalá lo consiga cuanto antes”.

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