Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Quién y cómo destruye empleo en España y quien y cómo puede crearlo

Publicado en Público.es el 26 de agosto de 2014

Después de publicar mi anterior artículo (Propuestas que podría tomar Podemos y que aterrorizan a la casta) algunos economistas me han criticado afirmando que con esas medidas no se crea empleo, que es el primer y más importante problema que tiene nuestra economía. Llevan razón, pero creo que solo en parte. Es verdad que son propuestas simplemente dirigidas a que la ciudadanía esté bien informada sobre las causas de nuestro males económicos. Pero esto no es solo algo necesario en sí mismo, sino que también influye en nuestra capacidad de crear empleo, como mostraré enseguida.

En otros lugares, como otros muchos economistas, y especialmente en trabajos publicados junto a Vicenç Navarro, he tratado de explicar las causas que han producido una destrucción de empleo tan grande como la ocurrida recientemente en España, y a partir de ahí he propuesto medidas para poder volver a crearlo de calidad (por ejemplo, en Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España). Trataré de sintetizar a continuación las ideas principales al respecto.

A mi juicio, la primera exigencia para poder crear empleo en España es conocer bien qué factores lo han destruido y creo que éstos están bastante claros:

1. El estallido de una burbuja inmobiliaria que disparó el desempleo en el sector de la construcción y en las actividades vinculadas a él.

2. La debilidad estructural de una economía como la española en donde la actividad agraria e industrial y las fuentes de generación de mayor valor añadido han ido perdiendo peso o vinculación con nuestros intereses en los últimos decenios, lo que ha hecho que, al estallar la crisis de la construcción, no se dispusiese de “colchón” suficiente en otros sectores para generar nuevo ingreso y absorber el empleo que allí se iba perdiendo.

3. La crisis financiera derivada, al mismo tiempo, de la internacional y de la originada en el sector bancario nacional como consecuencia del gran negocio que hizo la banca española endeudándose para financiar la burbuja inmobiliaria (y haciendo luego que esa deuda la asumiera el conjunto de los españoles).

4. El extraordinario y vertiginoso incremento de la deuda pública desde que estallaron esos problemas, lo que ha hecho que el sector público disminuyera su capacidad de generar empleo y de ayudar a que lo genere el sector privado (el Estado español ya gasta más en intereses que en personal).

5. El gran incremento de la desigualdad producido en los últimos años que ha generado una gran concentración del ingreso en los sectores de renta con menor propensión a consumir, debilitando así el mercado interno de bienes y servicios.

6. Las políticas de austeridad europeas que han disminuido el ingreso y el empuje de la economía justo cuando ésta ya se estaba hundiendo, produciendo lo que los economistas llamamos un efecto “procíclico” que ha impedido (en beneficio de la banca y de las grandes empresas) que se saliera antes y mejor de la crisis y de la destrucción de empleo.

Todo ello ha dado lugar a tres grandes y coincidentes problemas que han hundido nuestra economía:

a) Una crisis de demanda como consecuencia de la caída del consumo (por la pérdida de renta, sobre todo en las clases de menor ingreso), de la inversión (por las menores expectativas de beneficio de las empresas que viven de ese consumo), y del gasto productivo del Estado. Como no puede ser de otra manera, al caer la demanda de bienes y servicios (y apenas recuperarse un poco las exportaciones), las empresas han perdido ventas y beneficios y han cerrado o han tenido que despedir a millones de trabajadores.

b) Una crisis de financiación, pues la banca española, prácticamente en quiebra generalizada, ha dejado de financiar a las empresas y familias, lo que ha agravado los efectos del punto anterior.

c) Una crisis de deuda soberana que, aunque no ha llegado al límite, dificulta la llegada de inversión productiva hacia España y se convierte, por el contrario, en fuente de salida de capital y en incentivo para la especulación, lo que empeora todos los problemas que vengo señalando.

A lo anterior habría que añadir que el Gobierno del Partido Popular y antes el de Zapatero no han hecho frente a este tipo de males. Se han dedicado a satisfacer los intereses de la banca y las grandes empresas (que son las que viven en menor medida del consumo y del mercado interior) aplicando medidas de reforma laboral que simplemente facilitan el abaratamiento del trabajo y que el empleo fijo o a tiempo completo se sustituya por otro temporal y a tiempo parcial, dando así la imagen falsa de que se crea empleo cuando en realidad sigue disminuyendo, porque baja el total de horas trabajadas y los ingresos salariales.

A la vista de todo ello, creo que se pueden deducir algunas ideas básicas a tener en cuenta si se quiere crear empleo en España:

1. Hay que recuperar los ingresos porque el empleo depende, sobre todo, de que haya suficiente demanda en el mercado de bienes y servicios. Y para ello es imprescindible poner freno al incremento de la desigualdad y a la concentración de la renta: hay que subir los salarios más bajos, aumentar su peso en la renta total y forzar un gran pacto de rentas que lleve ingreso adicional a la demanda que sobre todo va a la pequeña y mediana empresa. Se pueden tomar además otras medidas para aumentar la renta disponible de las familias (que con las políticas de Rajoy no deja de bajar) como moratorias o reducciones temporales en el pago de hipotecas de las familias con menor ingreso. Y se pueden reducir los gastos de las familias vinculados a servicios de empresas cuasi monopolistas como las de la luz, el agua y otros servicios esenciales, ahora excesivamente altos por su dominio político de los mercados y las instituciones.

Querer recuperar el empleo bajando aún más los salarios con el pretexto de que la economía española sea más competitiva es una quimera, por no decir que un gran engaño. Es mucho más realista, efectivo y socialmente beneficioso recuperar la actividad de las empresas y el empleo consiguiente sacando adelante el mercado interior. Aunque ello no quita que al mismo tiempo haya que realizar reformas que faciliten la búsqueda de empleo y la contratación, que eliminen incentivos perversos y que hagan más efectivas las políticas activas de empleo en los mercados de trabajo sin empeorar la calidad del empleo y el bienestar social.

2. Hay que disponer inmediatamente de una banca que financie a las empresas que pueden generar empleo. Banca que debe ser pública, pero dirigida con la mayor solvencia técnica y controlada férreamente para que no se reproduzcan los males que ha provocado la actual clase política en las cajas de ahorros.

3. Hay que llevar a cabo un programa de ahorro, mejora y racionalización de todas las administraciones públicas para acabar con todo tipo de despilfarro y realizar una reforma fiscal basada en tres pilares fundamentales: el apoyo a la creación de riqueza sostenible, la equidad y la lucha contra el fraude.

4. Sin perjuicio de que España debería afrontar a medio plazo cuál debe ser su papel en Europa y en qué medida está dispuesta a aceptar las imposiciones de potencias extranjeras o de una moneda europea diseñada erróneamente o solo para beneficiar a las grandes corporaciones y bancos, se puede empezar a utilizar una moneda complementaria que aumentaría casi de modo inmediato el poder de compra de los sectores con más propensión al consumo y que serviría de motor inmediato para la recuperación de la mediana y pequeña empresa.

5. Puesto que es materialmente imposible (y además indeseable) que la economía española vuelva a crear empleo basándose en la construcción, en el endeudamiento generalizado, en la especulación o en el “tirón” (como ingenuamente quería el Gobierno) de un minúsculo sector de empresas exportadoras, es imprescindible orientar la inversión empresarial hacia nuevas actividades, aprovechando en la mayor medida posible el capital generado hasta la fecha: remodelación urbana y residencial, energías alternativas, producción local y de proximidad, etc. Y muy particularmente debe ser prioritario en este aspecto acabar con el trabajo negro, dignificar todo tipo de empleo y promover con la mayor intensidad posible el empleo femenino, para lo que hoy día es fundamental el desarrollo de un potente sector de cuidados y acabar con todo tipo de prácticas laborales discriminatorias.
Naturalmente, ni estas ideas son todo lo que hay que poner en práctica para crear empleo ni la concreción adicional a la que hay que llegar es todo lo que se necesita.

Como dijo en su día alguien nada sospechoso de izquierdismo, el profesor Fuentes Quintana, cuando fue nombrado ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno: “Las soluciones de los problemas económicos nunca son económicas, sino políticas. No hay oscuras fórmulas técnicas que permitan resolver las dificultades en un clima de gabinete. Los problemas económicos de un país solo pueden superarse mediante el esfuerzo y la colaboración de todos (…). Sé, desde luego, que solo puede esperar esa colaboración un Gobierno en quien ustedes confíen como veraz y que les merezca credibilidad”.

Es una ingenuidad, por tanto, creer que un grupo de tecnócratas o gobiernos como los que está teniendo España en los últimos años pueden proporcionar soluciones definitivas para crear empleo, o que esto se puede conseguir mientras los ciudadanos se dejen engatusar por lo que dicen quienes están a sueldo de una exigua minoría social. En España se han destruido millones de puestos de trabajo porque la “solución” política de los últimos años fue la impuesta al conjunto de la sociedad por un grupo muy reducido de españoles-banqueros, promotores y grandes empresarios ayudados por políticos venales y corruptos. Y, por eso, lo que ahora es prioritario para crear empleo es invertir el orden de preferencias para hacer que la prioridad sea repartir los recursos de modo más igualitario y permitir así que la mayor parte de ellos se conviertan en fuentes de ingresos para todos, y no en gigantescos patrimonios parásitos o dedicados a especular destruyendo empresas, riqueza y empleos, como hasta ahora.

Por eso es tan importante que la inmensa mayoría de los españoles se informe sobre todos estos temas y sobre las causas de nuestros males. No se trata de mirar atrás para cultivar la curiosidad o la revancha, ni mucho menos, sino justamente de lo contrario: el reto es generar respuestas entre todos que impidan que en el futuro unos pocos vuelvan a imponer sus intereses sobre el conjunto de la sociedad con las consecuencias que ahora estamos sufriendo.

13 comentarios

jorge gosalbez 29 de agosto de 2014 at 12:15

la desigualdad, el desempleo, los políticos que nos roban, las guerras cada vez mas frecuentes etc….todo esto es consecuencia de un solo evento, el mas importante de todos, el final de la energía barata o sea el petróleo.
el crecimiento no es posible ya, fue posible gracias al petróleo pero ahora esta declinando. las consecuencias para la humanidad son tan terribles que se niega por todos lados y solo se habla de las primeras palabras que he escrito.
saludos

Responder
ratioetcivitas 29 de agosto de 2014 at 12:40

Durante un tiempo leí los comentarios del profesor Santiago Niño Becerra, pero este profesor te deja sin alma ni esperanza, y al final te das cuenta que no cuestiona las relaciones de poder que hay en la economía.
Creo que a veces, los que se denominan de izquierdas caen en un error: y es creer que tienen la barita mágica para todo. Esto debe ser desterrado.
Yo al menos, creo que las propuestas de Juan Torres tienen más sentido común: evidentemente, en la economía hay relaciones de poder que no pueden ser obviadas, no podemos caer en una especie de interclasismo fácil, las cosas son como son porque hay un poder establecido que impide que puedan ser de otra manera. La historia lo que demuestra es que cuando no se resuelven las cosas como deben ser resueltas, debe ocurrir lo que ya planteaba Karl Marx: que sean las contradicciones del sistema establecido las que resuelvan la situación.
Pienso que solamente mediante una Gran Depresión esto se va a resolver. ¿Dónde nos encontramos? pues en el momento en el que el BCE se dedica a no impodir que el cadáver muera definitivamente, mientras se le amputan miembros y se le desangra.El cadáver puede morir y la banca puede venirse a bajo.
Siempre nos quedará el sentido común.Un agradecimiento a Juan Torres.

Responder
José María Ortiz Báñez 29 de agosto de 2014 at 12:54

La importancia de la Titularidad, pública o privada, es lo de menos, como queda demostrado históricamente. En términos comparativos, siempre habrá alguien que lo haga peor, y eso es algo desconocido de antemano. Antes del euro, satanizabamos la Banca Pública desde las facultades. Ahora con el euro, parece ser nuestro salvador.
Para ir a más, y diciéndolo de forma poética (o con romanticismo, como dirían otros), haría falta estructurar el conjunto con las piezas sueltas dejadas tras el temporal.
Los aspectos organizativos de una sociedad son básicos para la motivación, la productividad y la competitividad de las naciones. Personalmente, lo hecho muy en falta en los estudios de Economía. Sobre todo en la actualidad, cuando nosotros mismos somos la solución al problema generado por los mercados. Qué paradójico comprobar la alternancia de todo: la España de antes se modernizó abriéndose al exterior, la España de hoy parece salvarse mirando a sus recursos endógenos.¿Son nuestros valores sociológicos un coste o algo capital a tener en cuenta para el Estado del Bienestar?

Responder
José María Ortiz Báñez 29 de agosto de 2014 at 12:58

La importancia de la Titularidad, pública o privada, es lo de menos, como queda demostrado históricamente. En términos comparativos, siempre habrá alguien que lo haga peor, y eso es algo desconocido de antemano. Antes del euro, satanizabamos la Banca Pública desde las facultades. Ahora con el euro, la Banca Pública parece ser nuestro salvador.
Para ir a más, y diciéndolo de forma poética (o con romanticismo, como dirían otros), haría falta estructurar el conjunto con las piezas sueltas dejadas tras el temporal.
Los aspectos organizativos de una sociedad son básicos para la motivación, la productividad y la competitividad de las naciones. Personalmente, lo hecho muy en falta en los estudios de Economía. Sobre todo en la actualidad, cuando nosotros mismos somos la solución al problema generado por los mercados. Qué paradójico comprobar la alternancia de todo: la España de antes se modernizó abriéndose al exterior, la España de hoy parece salvarse mirando a sus recursos endógenos.¿Son nuestros valores sociológicos un coste o algo capital a tener en cuenta para el Estado del Bienestar?

Responder
A. Montes 29 de agosto de 2014 at 20:34

Los profanos solemos ver el «extraordinario y vertiginoso incremento de la deuda pública» como consecuencia, y no como causa, del extraordinario y vertiginoso incremento del desempleo, en un país, España, donde la voluntad de los gobernantes es la de exonerar del gasto público a las rentas del capital.
Es la esencia del ataque al «Estado del bienestar» de la doctrina neoliberal: los ricos ya tienen bienestar; los pobres, que se lo financien.

Responder
Antonio Gonzalez 30 de agosto de 2014 at 02:52

Mientras el capital sea privado y dependa del interés por hacer negocios
las iniciativas están de mas, se lograra solo lo que sea negocio, un muy
buen negocio, que por ser muy bueno tendera a agravar mas la situación
pagando los mas bajos salarios posibles.
Los gobiernos harán mas y mas concesiones a los inversores y tendrán
menos posibilidades de invertir en la infraestructura y servicios para la
población, lo que obligara a un menor empleo.
Si se mira atras se notara como pesa la forma en que se creo el euro
como moneda común con la cual es imposible inventar nada a favor de
las economías nacionales y esta la trampa del euro debe mirarse como
una política intencionada de los creadores de la moneda y las elites de
Londres y Wall Street que lo apoyaron.
Ninguna solución por ahora, mas adelante cuando se alcance un mayor
nivel de deterioro social, comiencen los problemas reales y se depuren
los aparatos políticos y sociales, entonces comenzara una recuperación.
En realidad hoy en día lo único que busca el sistema es sobrevivir algo
imposible porque la acumulación por unos pocos aumenta mas y mas
en la medida que su capital se incrementa, un efecto bola de nieve.

Responder
jesus de la fuente 30 de agosto de 2014 at 09:37

Excelente artículo.
Solo una pequeña matización/aportación: reseñar que en esa «sociedad resultante ideal» que traería como consecuencia la aplicación de las elogiables propuestas que hace el señor Torres y que suscribo, es obvio que las clases altas y medias altas perderían sustanciales niveles de renta y consumo, mientras la clases específicamente medias también lo harían en ligeros porcentajes, mientras las más humildes incrementarían algo sus rendimientos en ambos aspectos. Todo ello referido a los índices previos la crisis (2007-2012), obviamente. Eso,considero, resulta económicamente inevitable y sobre todo y ante todo ecológicamente saludable. Y las cosas hay que decirlas todas. También las menos atractivas.
Muchas gracias.

Responder
J.Antonio Pedre 30 de agosto de 2014 at 12:38

La creación de empleo es totalmente incompatible con las últimas reformas laborales acometidas por los diferentes gobiernos PSOE-PP (en especial la última llevada a cabo por el PP). Se ha dado un cheque en blanco a los empresarios para que que hagan simplemente lo que les dé la gana, cargándose la negociación colectiva y pasandose por el forro toda la normativa laboral. Llego 25 años trabajando en una importante entidad financiera y tengo que decir que jamás se ha trabajado tanto, las prolongaciones de jornada son un cáncer no sólo en el sector financiero sino que se ha extendido por todo los sectores. Las jornadas son extenuantes (se suele decir que trabajamos de 8 de la mañana a 20 h.de la tarde) y así es IMPOSIBLE que se cree empleo aun con tasas de crecimiento del PIB superiores al 2% (Se suele decir que: o estás parado o estás explotado, ha desaparecido el término medio).
Me atrevo a decir que si se cumpliera (más o menos) las jornadas laborales teóricas, la tasa de desempleo bajaría automáticamente en 5 puntos o más. Empresas que han reducido sus plantillas en más de un 40% y que han exigido a los que se han quedado un «esfuerzo» de 2/3 horas «gratis» al día; contratos a tiempo parcial pero con la «recomendación» del empresario al trabajador de que debe trabajar como el resto (a tiempo completo); prolongaciones sistemáticas de jornada sólo por política presencial y por miedo a ser despedido por «baja productividad»…y así múltiples ejemplos de nuestro mercado. Es decir, tenemos un mercado laboral enfermo (yo diría con metástasis) situación que ha agravado la ultima reforma laboral del PP. Siempre me pregunto ¿Porqué un país con una tasa de desempleo endémica como el nuestro, no se plantea tipificar como delito contra los derechos de los trabajadores todas estas conductas calificadas hoy en día como simples faltas y que resultan impunes para los empresarios infractores?.

Responder
José María Ortiz Báñez 30 de agosto de 2014 at 13:24

Antonio González, en sus palabras queda patente el problema de base, la falta del poder político, que es un problema de administración adecuada. A este problema se enfrentan todas las corporaciones grandes, sean públicas o privadas. Las iniciativas rentables son las fáciles de tomar, tanto por agentes privados o agentes públicos. Sólo se trata de traficar. Las iniciativas arriesgadas son las duras de valorar. Se trataría de detectar lo que cohesionaría a una sociedad. Algo que, con la debida presión en contrario, sólo interesaría a políticos con inventiva, que apuesten con el dinero público. De ejemplo, se me acaba de venir a la cabeza el caso reciente de Islandia.

Responder
Vicente 30 de agosto de 2014 at 19:07

Leo un titular de prensa de ayer mismo: «Hollande negocia un pacto de izquierdas». Resulta que quita a tres ministros el día anterior que eran progresistas y no pasaban por las medidas de austeridad de Bruselas (la Merkel), sobre todo el de Economía, Montebourg. Quiere reducir el gasto en 50.000 millones de euros, y sin embargo, da 41.000 millones a las empresas. ¿Esa es su visión del pacto de izquierdas? Item mas: para Economía colocar a Macrom, procedente de la banca de la banco Rotschils (judíos). No, no es así como pudiera arreglarse el panorama que tenemos encima. Los financieros le ganaron la partida a los políticos. Esa es la realidad. Y mientras no haya una limpia, y ésta puede ser cruenta, no veremos luz en este túnel.

Responder
Kalydoscopio 4 de septiembre de 2014 at 09:21

Buenos días Sr. Torres,
Si esos casos son así, ¿Por qué no lo ha denunciado a los tribunales?

Responder
Ruben 8 de septiembre de 2014 at 20:22

Por internet se puede encontrar el discurso del Profesor Fuentes Quintana, otra cosa que dijo Miguel Angel Revilla, que sin ser el más insigne economista dio en el clavo. España si en vez de hacer el plan E lo hubieran aplicado a las energias renovables donde España es puntera, aumentarían tecnología y la exportarian como lo estan haciendo, reducirían el déficit energético. Pero como los que controlan la energia es la mafia de la casta. Además la inversión en renovables incrementara el I+D ´. Además la mafia cambió los papeles y a los que invirtieron en los huertos solares una vez hecha la inversión, les cambiaron las condiciones. Lo que demuestra la Razón del Profesor Juan, que estamos gobernados por ladrones

Responder
JM 9 de septiembre de 2014 at 02:31

Hola,
no sé si llegó mi mensaje anterior… lo resumo… la situación de españa es un síntoma de la que se prevé para europa… adjunto un enlace a un artículo perfectamente documentado… de lo que creo demuestra como intenciones programadas para llegar a la situación actual… pues eso… ;-) … corrupción inevitable y calculada… que se extenderá… su comienzo… el más factible…. recomiendo a quié quiera leerlo y que cada cual busque mas info, datos validables y decida …
Salud y acracia.
Fuente: http://www.voltairenet.org/article184625.html
La reunión secreta del 11 de junio de 1965 sobre la Unión Monetaria Europea
por François Asselineau, François-Xavier Grison

Responder

Dejar un comentario