Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¡Suerte!

En Sevilla hay docenas de jóvenes subsaharianos que se ganan la vida vendiendo pañuelos a los automovilistas. O más bien, creo yo, saludándolos. Siempre que tengo algo de dinero suelto disponible trato de ayudarles, aunque sea consciente de que es un modo demasiado modesto de hacerlo. Intercambio con ellos algún saludo, y los miro a los ojos, donde la mayoría de las veces descubro un halo de tristeza a pesar de que casi siempre se dirigen a mí sonriendo. Esta mañana, un chico tímido hizo lo mismo pero al final me miró y me dijo una sola palabra: ¡Suerte!

No he podido dejar de pensar en ello desde entonces. Un joven que se juega la vida para sobrevivir, que ha dejado a su familia y seguramente a todo lo que más ama a miles de kilómetros, que no sabe ni de qué vivirá mañana ni qué va a ser de su futuro, pobre de solemnidad, es el que me desea suerte a mí, un privilegiado que le da un euro cómodamente sentado en su coche.

No puedo dejar de pensar en esa paradoja y me convenzo aún más de que todo lo que podamos hacer para mejorar la vida de los demás y acabar con la injusticia es poco. Ojalá tenga de verdad suerte, tal y como me desea ese joven, y no me olvide nunca de este compromiso.

20 comentarios

Mireya 18 de julio de 2012 at 14:35

La humanidad de Juan Torres es, con todo lo que se le puede agradecer su lucha por la justicia social y como divulgador de conocimientos que antes nos estuvieron vedados, el rasgo que mejor le define.
Aprendamoe eso también de Juan
Gracias

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Juan Murillo 18 de julio de 2012 at 15:48

Hermosas palabras, Juan. Confieso que me ha emocionado
Creo que en la vorágine del momento que estamos viviendo, quien tiene tiempo para este tipo de reflexión, no solo es en este caso un gran profesional, sino, ademas´una excelente persona.
Un saludo,

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Juan Amateur 18 de julio de 2012 at 16:59

Es una buena actitud la suya. ¿Pero que sucede en otros países como Grecia, que en momento de crisis fortalece la presencia política de grupos chauvinistas, fascistoides o neonazis? Incluso en países como Francia. Cuando leo las noticias me cuesta creer que esas actitudes sigan vigentes en Europa. ¿Qué han hecho con tanta cultura? ¿Habré vivido engañado y todo lo que leí era algo así como un «marketing» continental?

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Oscar 18 de julio de 2012 at 17:38

Compruebo que no sólo en economía eres capaz de dar lecciones. Al fin y al cabo hacer política es un acto de amor a los demás. Gracias.

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José María Espinar 18 de julio de 2012 at 17:47

Estimado Juan,
tus palabras son agua en momentos de sed.
Tu aptitud intelectual y tu actitud personal están, sin lugar a dudas, ayudando a muchísimas personas en España, están dando motivos para la resistencia, para la lucha, para la legítima rabia. Gracias por todos tus pensamientos, por tu manera docente de compartirlos, por tu valor.
Un saludo cordial.
JME

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Manuel Domínguez Guerra 18 de julio de 2012 at 18:24

Aunque tiene apariencia de pequeño artículo, su texto está tan cargado de ternura y compasión, que entra en el terreno de la mejor literatura: escueta, serenamente distante, emotiva… Habla del verdadero sentido de la Caridad, que no se contenta con acariciar sino que encuentra en la capacidad de apiadarse la motivación para la entrega y el compromiso.
Tambien yo le deso «suerte», porque muchos que no tenemos el mismo grado de implicación en lo social y lo político que usted tiene necesitamos la mirada franca y firme de sus convicciones y sus ideas, aunque para ello tenga que exponerse a la indiferencia, el desprecio y los riesgos de exponerlas.

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Jesús María 19 de julio de 2012 at 00:00

Estimado Juan:
En este aprecio reconozco el valor de tu persona, de tu fondo y de tu forma.
Desde hace meses trato de hacer militancia por la red desde la raíz. Me ayudan mucho tus aportaciones. Tenemos que hacer algo, movilizar nuestras conciencias, no sé bien qué hacer.
Pero desde luego, todos los días -todos- pienso lo mismo. ¿QUÉ DIABLOS PASARÁ CUANDO la prima baje, la deuda se reduzca, aminore el paro, los especuladores se escondan, etc…? ¿QUIÉN SE ACORDARÁ de Mamadú, de Jean, de tu joven subsahariano…?
Te deseo suerte, Juan, para que ni tú ni nadie nos olvidemos de ellos, por favor.
¿Alguien sabe qué hemos hecho nosotros mejor que ellos para estar aquí?

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Tián 19 de julio de 2012 at 09:17

Buenos días Juan:
Te acuerdas de Bertol?
Hay hombres que luchan un día…y son buenos.
Hay hombres que luchan un año…y son mejores.
Los hay que luchan toda una vida…esos…SON LOS IMPRESCINDIBLES.
Ojalá tuviéramos suerte…y estos últimos fueran legión.
Salud y larga vida Juan.
P.D.
Entiéndase el texto con dualidad de género.

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Antonio E. Cunillera 19 de julio de 2012 at 11:04

Gracias por estar aquí y ahora.
Gracias por tus palabras.

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paco sánchez 19 de julio de 2012 at 12:03

Estoy contigo, Juan, como siempre.
Gracias

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eva 19 de julio de 2012 at 12:07

Desear suerte, es una costumbre africana muy extendida.
En un medio hostil, son conscientes de que no solo el esfuerzo nos lleva donde queremos, la fortuna es imprescindible.
Sabe que tú suerte será la suya y que nosotros, prima sobre yo.

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marianne 19 de julio de 2012 at 12:51

Suscribo totalmente a lo que dicen ya otras personas.
Sólo quisiera subrayar lo que dice Don Juan: mirarles a los ojos, regalarles una sonrisa, ya que mucho más no podemos hacer individualmente. No olvidarnos nunca que son personas como tu y yo…
Salud y ánimos!

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Holman 19 de julio de 2012 at 15:23

Si señor!
Todo lo que podamos hacer para mejorar la vida de los demas y acabar con la injusticia es poco.
Unamos esfuerzos por acabar con la injusticia!

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Antonio Madariaga 19 de julio de 2012 at 17:35

Buenas tardes Juan.
Comparto tu comentario y reflexión.
Mientras los politicos hacen lo suyo, lo que saben, y alejados de la realidad social. Los/as ciudanos/as podemos transformar ls sociedad. Suerte a todos/as

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yzhan 19 de julio de 2012 at 18:28

Estimado Juán,
a pesar de lo poco que he comentado en su blog, le sigo de cerca y comparto lo que escribe, con mi gente y a través de internet. Este mensaje es tan sólo para mostrarle mi admiración, respeto y gratitud. Para hacerle saber que su trabajo se divulga, aunque sea mínimamente, por un desconocido lector como yo y que, muy probablemente, muchas personas desconocidas que no dejan un comentario también lo estén haciendo.
Creo que a veces nos olvidamos que los nombres como «mercados», «políticos», «instituciones», etc. son, en realidad, personas. Y la humanidad de las personas es más importante que lo competentes que sean. De esa cualidad depende el rumbo del mundo. Usted posee ambas cosas. Gracias por seguir ahí.
Un afectuoso saludo.

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Cristina 19 de julio de 2012 at 19:52

Tu suerte es mi suerte. Estoy de acuerdo con Eva y con el joven subsahariano, aunque estoy segura de que él no se lo hubiera dicho a cualquiera.
Una mujer dijo que no quería saber nada de Marx porque era un machista que en su vida lavó un plato. Craso error. Un hombre que lucha por la libertad del hombre a mí como mujer me beneficia. Su suerte es mi suerte.
En abril pasado subí al Sacromonte a visitar a mi amigo el Kiki. «dime Argentinita (que así me llama) ¿cómo nos sacamos a la Merkel y a todos estos que gobiernan de encima?» Le dije lo que sé: «Mirá Kiki, hasta que no salgan a la calle a romperla no pasa nada». El Kiki abrió los ojos, quedó serio y me dijo «¡Vamos!!» miró el camino y amagó. «¡pará Kiki!!! un gitano y una sudaca no hacemos nada…». Y visto lo visto nos sentamos a tomar unas cervezas.
Recuerden que cuando todos ustedes salgan a romper la calle, el susahariano, el Kiki y yo estamos apuntados al montón. La suerte de uno será la suerte de todos.

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Alberto Enrique 19 de julio de 2012 at 19:54

Hace muchos años que tuve la suerte de conocerte Juan,los dos,economistas,nos presentamos a una plaza para dar clases de Estructura Económica en la antigua Escuela de Comercio de Granada………se la dieron a un geógrafo……… pero aquello sirvió para tener la gran suerte de conocerte.Mi abuela materna siempre me decía que tenía muy buen ojo para elegir a mis amigos,yo comprendí enseguida la calidad humana que tenías y sabía que llegarías a ser un maestro.Somos cascarones de nuez en el rio de la vida y no se donde arribaremos……… pero siempre seremos camaradas.¡Buena suerte hermano!. Alberto

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Alfonso 25 de julio de 2012 at 15:24

Suerte Juan, tu suerte será nuestra suerte.
Juan las cualidades innata de las personas nacen con ellas, el perfeccionamiento y la maestría la da el tiempo, no cedas y sigue con tu trabajo de MAESTRO.
Ya lo dijo Honorino, el que nace lechón, muere cochino. Esto es lo que nos espera de nuestros políticos, son los hijos de sus madres

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Miguel Angel 25 de julio de 2012 at 18:56

Gracias Sr. Torres por sacudir mi alma con ese pequeño pero a la vez inmenso relato de humanidad. En esas pocas palabras se resumen todos los valores en los que creo y me hacen soportar esta vida. Un abrazo

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montserrat 4 de agosto de 2012 at 17:48

Gracias Sr. Torres por dedicarnos su tiempo para hacernos comprender mejor la realidad. Soy una mujer de 63 años que intenta deconstruirse su pensamiento.
Gracias por contarnos su vivencia personal, yo tambien le deseo suerte.
Montserrat

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