Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López
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Un «complemento imprescindible»: bolsa para la caca del perro por 370 euros

En la web de articulos de lujo pagerie.com se presenta la bolsa para recoger la caca del perro que vale 146,95 euros como “un complemento imprescindible para su paseo”. Es barata, si se tiene en cuenta que la de Valentino Garavani cuesta 370 euros.

Otras firmas ofrecen productos mucho más caros para las mascotas. Para las mascotas de los ricos, se entiende.

Gucci Pet vendía hace un tiempo sofás para perros por 6.500 euros y abrigos por 710. También tirados de precio, al menos en relación con los collares de Versace para esos animalitos que pueden superar los 35.000 euros. E igualmente muy poca cosa si se compara con uno de diamantes de 3,2 millones de dólares que se puede ver en Internet.

Para pasear el perro, Louis Vuitton vende un transportín para chuchos por más de 4.000 euros (en algunas web he leído que hasta por 58.000, pero me cuesta creerlo). Otras firmas, arneses por 1.500 euros, recipientes para comer por 1.000, e incluso casitas de juego para perros, refrigeradores, lavabos, camas y todo tipo de elementos de distracción y confort a precios por el estilo.

En total, la industria mundial dedicada a facilitar el cuidado y disfrute de mascotas movió 235.000 millones de dólares en 2022 y sólo en Europa se gastaron 24.000 millones de euros anuales en alimentarlas.

En 2021, la FAO estimó que para haber evitado la inanición de casi 45 millones de personas en todo el mundo se hubieran necesitado 6.600 millones de dólares. Más o menos, unos tres meses de ese gasto europeo en comida para perros, gatos y otras mascotas.

Se calcula, sin embargo, que casi 10 millones murieron de hambre ese año.

Hay gente, no del montón, sino académicos, líderes políticos, periodistas… que todavía sigue diciendo que en el mundo se muere tanta gente de hambre porque no hay recursos. Y, cuando se pide solidaridad y esfuerzo fiscal a quienes pueden gastarse cientos o miles de dólares en un collar, en un abrigo o en la bolsa donde recogen los excrementos de sus perros, nos dicen que eso es una confiscación que limita su libertad. Aunque es cierto que, afortunadamente, ya no todos piensan igual, como los 200 millonarios de todo el mundo que en enero pasado reclamaron a sus gobiernos que subieran los impuestos a “los ultrarricos”.

Thomas Hobbes tenía clara la naturaleza del problema y proponía una solución rotunda: “Cuando un hombre, por causa de su aspereza natural, pretende retener lo que, siendo superfluo para él, es necesario para los demás, y cuando, debido a la terquedad de sus pasiones, no puede corregirse, habrá de ser expulsado de la sociedad por constituir un peligro para ella”.

21 comentarios

Manuel 20 de octubre de 2023 at 01:07

Lo de muchos ricos es simplemente una oscenidad, que ninguna sociedad con un mínimo de dignidad debería consentir ni permitir, pero claro, si hubiese dignidad.

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Eduardo Villanueva 20 de octubre de 2023 at 01:10

La geocultura (estilo de vida, buen nivel de vida, trabajo, educación, seguridad social y salud: cohesión social, identidad de lugar o región) si permite esas formas de consumos en Europa, incluyendo el amor a los animales, debido a que sus necesidades básicas están mucho mejor resueltas que en otros espacios donde imperan sistemas estructurales atrasados, desorganizados-inconexos, como los que prevalecen en los países que aún no resuelven la pobreza extrema, pobreza, desarrollo y gobernanza adecuados. El cuidado y la valorización de las mascotas son decisiones de los individuos que tienen tanto la capacidad material como la libre voluntad de hacerlo. Aunque usted no lo crea Señor Juan Torres, nada tienen que ver los collares de diamantes para mascotas con las personas que mueren de hambre a diario, son dos geo estructuras que no se cruzan. Si usted prohíbe, fiscaliza o acaba con las mascotas europeas, de igual forma morirán de hambre millones de personas al año.
Es un placer saludarle Don Juan, me encantan leer sus perspectivas.

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Juan Torres López 20 de octubre de 2023 at 07:17

¿Dónde he dicho yo que haya que prohibir, fiscalizar o acabar con las mascotas? Está usted en su derecho de criticarme, faltaría más, pero no se inventé cosas para hacerlo. Saludos
PD ¿Geoestructuras?

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Victor 20 de octubre de 2023 at 06:35

Ayuso a los 200 millonarios:»Os vais a joder, rojos de mierda, porque pienso bajaros los impuestos más todavia».
Fin de la cita que diria el ilocalizable M punto Rajoy.

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Alfonso 20 de octubre de 2023 at 09:04

Me puede decir en que pais tienen totalmente resuelto este problema, no me vaya a decir EE. UU. donde el dinero que les sobran se lo gastan en investigacion médica.
Las necesidades básicas están mucho mejor resueltas que en otros espacios donde imperan sistemas estructurales atrasados, desorganizados-inconexos, como los que prevalecen en los países que aún no resuelven la pobreza extrema, pobreza, desarrollo y gobernanza adecuados.

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Juan Torres López 20 de octubre de 2023 at 09:24

No se entiende lo que quiere expresar. Sí lo explica más claramente, con mucho gusto lo comento.

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José L. Gómez 20 de octubre de 2023 at 10:32

Querido profesor, no se si lo de alguno de sus lectores (¿) es dislexia lectora, embotamiento mental, trolismo o dar por culo, y todavía faltan los trols de guardia que tiene asignados, pero debatir o razonar con ellos es lo mismo que intentar hacerlo con un perrito haciendo caca..
Su mensaje, CON DATOS OBJETIVOS, es demoledor y no veo que vaya contra las mascotas, que podría, si no contra este sistema cabrón, insolidario y cruel que ve bien el mimo enfermizo y desmedido con mascotas mientras ignora y desprecia a los humanos vencidos, pobres y oprimidos.
Gracias Juan Torres por su trabajo y lo que tiene que aguantar por ser íntegro..

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Alberto Enrique 20 de octubre de 2023 at 12:01

Levantas la cabeza para otear el horizonte y me viene a la memoria aquella frase que sintetiza tu escrito: «Este perro mundo»……y yo añado no tiene arreglo.

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daniel 20 de octubre de 2023 at 12:32

Responsabilizar a los pobres, personas o países, de su situación y achacar sus defectos a fallos estructurales por irresponsabilidad…. frente al ejemplo que representa la maravillosa estructura social y la inversión en desarrollo de EEUU, por ejemplo, me parece una triste y sesgada visión de la realidad social y «geocultural». El argumento básico es también sencillo: los que no tienen problemas de supervivencia gastan sus excedentes en lo que quieren…por ejemplo en el bienestar de sus mascotas.; los que sí tienen problemas para vivir y para comer no participan del concepto de mascota.
A los datos de gastos en alimentación pueden añadirse los de espectáculo (sic fútbol), cosmética, moda, aceptación de la obsolescencia programada…
Ah…. Y armas…y drogas (legales)….
Profesor, su discurso es correcto pero muy incompleto; aunque sospecho que no le descubro nada que no conozca mejor que yo.

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Jose Cervera 20 de octubre de 2023 at 12:52

Como siempre, análisis demoledor. No e que. No haya suficiente para todos ,es que está mal repartido

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Alfonso Casas 20 de octubre de 2023 at 14:51

Perdón, Estimado Juan, he querido responder a Eduardo Villanueva, el SISTEMA, lo han organizado los de siempre, y sigue igual, cada vez que se da un paso para acortar las desigualdades, enseguida se dan 3 pasos para distanciarla, es el SISTEMA lo que tendríamos que cambiar, pero está claro que los 5 jinetes del apocalipsis , no lo van a permitir.

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Antonio Moll 20 de octubre de 2023 at 16:26

De acuerdo . El argumento que se oye muy poco seria que en nuestros dias la capacidad de generar alimentos y otros productos basicos es suficiente para mantener a la población mundial . Lo problemas son otros pero no la escasez .
Creo que este razonamiento este en linea con el suyo . Saludos.

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Francisco 20 de octubre de 2023 at 18:23

Hay un refrán popular que, pese a su crueldad, no deja de ser una verdad como un templo: «Sale más caro tener una mascota que tener un niño tonto». En mi barrio de clase media hay mas tiendas de mascotas que farmacias. tenemos la desgracia en Madrid de tener alcaldes que sólo se preocupan de la limpieza de dos o tres barrios, el de Salamanca y un par de ellos más. Son ignorantes, en el sentido del filósofo Platón que en su Academia de Filosofía había puesto en su frontis: «Aquí no entra nadie que no sepa geometría». es decir que tenga ojos para ver y cabeza para pensar.
No me canso de protestar en el portal que tienen abierto de la suciedad de las calles por las cacas y pises de las mascotas que , a pesar de las ordenanzas, nadie se molesta en retirar. La alcaldía no hace caso.
Les falta la cultura andaluza de la limpieza´. De encalar las casas todos los años por míseras que fueran. Esa maravilla de los pueblos blancos y limpios andaluces con sus flores y macetas.
El desguace barcos lo trasladamos a los países empobrecidos para que enfermen ellos con el amianto
Precisamente hoy, con un grupo de vecinos, hemos estudiado poner aparatos que emiten sonidos ultrasónicos que alejen a las mascotas de un pequeño parque infantil que hemos inaugurado. Quiero estar con mis bisnietos sin temor a que enfermen.
P.D. Para colmo hice la milicia naval en San Fernando. La limpieza en un buque de guerra es imprescindible para poder convivir. sobre todo en los buque de los años treinta y anteriores del XX en que embarqué

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luis 20 de octubre de 2023 at 19:33

Su artículo es correcto, pero lamentablemente carga las armas de los antianimalistas. Los mismo podríamos decir del gasto desorbitado en juguetes extralujosos para niños y adultos. Al menos ese dinero no va a cacerías (de las cuales habría que hacer permanente campaña), corridas de toros, safaris y demás «artes de la cultura». Por otro lado ¿la esencia del negocio cambia en algo por ser animales? Como tantas otras cosas inútiles que se fabrican generan trabajo y plusvalía. Lo que no hay que esperar es que todos esos beneficios de no ir a cosas para animales irían a cosas para niños o adultos necesitados. Un saludo.

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José Luis 1º 20 de octubre de 2023 at 20:56

Datos, ¿DATOS!; demoledores. Gracias profesor por su esfuerzo en ofrecérnoslos.
La opinión de Eduardo Villanueva («Aunque usted no lo crea Señor Juan Torres, nada tienen que ver los collares de diamantes para mascotas con las personas que mueren de hambre a diario, son dos geo estructuras que no se cruzan. Si usted prohíbe, fiscaliza o acaba con las mascotas europeas, de igual forma morirán de hambre millones de personas al año») me hace preguntarme por eso de las «estructuras que no se cruzan».

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Isabel 20 de octubre de 2023 at 22:40

Gracias profesor. Todos los datos que aporta, que creo, me parecen indignos de personas. De cualquier persona. Ridículos y absurdos hasta decir BASTA!. Un collar de dia Angès aporta biebestar a una mascota? Es … una gilipollez como la copa de un pino. Con demasiada frecuencuencia se tienen mascotas por el placer del dueño y el sufrimiento del animal. Encerrados en pisos de 40 metros, solos, durante todo un día. Espero que con la entrada en vigor de la nueva Ley de Bienestar Animal, estas barbaridades se penalicen. Ya se que su artículo no iba dirigido a la tortura animal. Disculpe mi visceralidad ante la estupidez humana.

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Isabel 20 de octubre de 2023 at 22:52

Gracias profesor. Creo que todos los datos que aporta son totalmente ciertos y me parecen indignos de cualquier persona en su sano juicio. ¿Que tiene que ver el bienestar de una mascota con un collar de diamantes? Es sencillamente ridículo y sin ningún sentido. Vaya una gilipollez! El artículo, evidentemente no trata de mascotas, aunque con demasiada frecuencia se las maltrata teniéndolas encerradas y solas en pisos minúsculos durante todo el día. Disculpe mi visceralidad ante la estupidez humana. Saludos.

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Eugenio 21 de octubre de 2023 at 10:42

Querido amigo Juan, es la primera vez que hago un comentario sobre tus artículos, pero lamentablemente tengo que decirte que para la mayoría de los ricos, y alguno no tantos, tener un perro al lado, aunque tenga que recoger los excrementos diariamente, le produce muchas más gratificación que tener la humanidad, caridad, ….. de poder salvar a un pobre que pudiera morir de hambre. Así nos va!. Un fuerte abrazo

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Juan Torres López 21 de octubre de 2023 at 13:55

Eugenio!!!! Un abrazo grande!!

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Javier García 22 de octubre de 2023 at 14:20

Cuanta verdad!!

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Francisco 24 de octubre de 2023 at 13:51

Creo que ese es el espíritu del artículo. Conviene usar gafas bien graduadas.

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