Unos presupuestos que no resuelven los problemas andaluces y una oposición que no hace pedagogía ni moviliza a la sociedad contra ellos. Un doble drama.
¿Nueve euros más al mes en el sueldo mínimo es un coste tan excesivo que no lo pueden soportar las empresas españolas, como dicen la gran patronal y algunas ministras del gobierno de Pedro Sánchez? Debe haber otras razones y las explico en este artículo.
La administración local es ahora más importante que nunca y se encuentra, sin embargo, sumida en una crisis profunda. Se necesita una reforma inmediata que la revitalice.
Conseguir que los riquísimos que dominan el planeta contribuyan como los demás al mantenimiento de la sociedad, que se desincentiven y penalicen sus abusos de poder en los mercados, que se persiga y castigue su torticera influencia en la política o que se fomente la meritocracia y se penalice la gran herencia no es un objetivo político o ideológico, sino un imprescindible imperativo ético.
El neoliberalismo fue dirigido por una derecha que supo ser revolucionaria mientras que las izquierdas no fueron capaces de responder ni de ganarse el suficiente favor popular y se hicieron conservadoras. Esto último ha pasado también en Andalucía y lo pagaremos caro si la ciudadanía no reacciona
La crispación que se vive en la vida política española (y en otros países) no es casual. La protagonizan un tipo muy específico de políticos y se fomenta desde los grandes medios de comunicación que son propiedad u financian las grandes empresas y los bancos. Tiene un objetivo, minar la democracia representativa y alejar a la gente de donde se toman las grandes decisiones.
Publicado en La Voz del Sur el 9 de diciembre de 2020 Sé que lo que dice el título de este artículo puede resultar contradictorio, una cosa y al mismo la contraria. Sin embargo, yo creo que lo que es efectivamente imposible en la retórica sí que puede darse en la evolución de las economías y las sociedades. Trataré de explicarme con la brevedad que requiere un artículo de esta naturaleza. Nadie puede negar que Andalucía ha cambiado muchísimo en ppp Leer artículo
Uno de los grandes fracasos de las izquierdas es haberse dejado quitar la bandera de la verdadera austeridad y de la eficacia en el gasto, cuando es la derecha quien gasta más, quien promueve la deuda y quien más derrocha. Tan importante o más que aumentar el gasto cuando se necesita, como en estos momentos, es gastar bien.
Andalucía se ha dedicado en los últimos decenios a seguir lo mejor posible la lógica de la globalización y del euro pero a la vista está que eso es insuficiente, si no inadecuado. Necesita abrir otra vía alternativa de desarrollo que anteponga sus propios intereses.